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Un cortometraje que recorre el mundo: La Cárcel de Colores de Daniel Reascos

Daniel Reascos es un observador. Y así se describe a sí mismo en su actitud ante la vida, en el día a día. Esa capacidad de observación le llevó a crear uno de los cortometrajes que han obtenido mayor proyección internacional, entre los proyectos de titulación de los estudiantes que egresan del INCINE. El corto Cárcel de Colores, escrito y dirigido por Daniel, ha sido seleccionado en más de 10 festivales internacionales y ha recibido cinco prestigiosos reconocimientos hasta el momento.

Una Rutina Carcelaria en Blanco y Negro

Para Daniel, el comportamiento de los seres humanos en sociedad responde a una necesidad de generar dinero; están atrapados. De acuerdo a su percepción, el dinero se ha transformado en un dios. El culto al dinero ha devenido en una religión y, como toda religión, tiene dos lados: uno blanco y uno negro. La historia en blanco y negro, en el momento del giro, incorpora destellos de color que rompen el cautiverio de la cotidianidad de los personajes.

Cárcel de Colores. Camille Rousseau, personaje protagónico (izquierda) y antagónico (derecha)

Al hablar de las influencias estéticas para el corto, el Director nos remite a 150 horas de producciones audiovisuales, entre las que destacan Tiempos Modernos de Charles Chaplin (1936), Playtime de Jacques Tati (1967) y La Jetée de Chris Marker (1962).

Un Recorrido con Colores Globales

La calidad del cortometraje Cárcel de Colores ha trascendido las fronteras ecuatorianas. Más allá del reconocimiento internacional, Daniel y su equipo de producción expresan su satisfacción por la gran conexión que han podido lograr con público de distintas culturas e idiomas.

Daniel. El corto ha sido seleccionado para más de 10 festivales y ha recibido cinco premios en total. El más importante para mí fue el Festival de Beijing. Asistir fue una experiencia increíble, me sentí como en los Oscars. He estado en varios festivales, principalmente en América Latina, pero el de Beijing fue el que más me impactó por su nivel y organización. Allí ganamos el Premio a la Mejor Escuela de Latinoamérica y Mejor Cortometraje a nivel mundial de las escuelas del CILECT. También en Beijing, ganamos el Premio del Voto del Público, que para mí es el más relevante.

Gala del 16° Festival Internacional Estudiantil de Cine y Video de la Academia de Cine de Beijing

Un Proyecto de Titulación con Calidad Profesional

Daniel. La experiencia de aprender cine haciendo cine en INCINE y todos los rodajes que hice durante la carrera fueron la base para la realización del proyecto de titulación. La metodología de los chinos y los rusos, por ejemplo, aunque es parecida, no implica tanto tiempo de práctica sino que les dan mucha más teoría. Por ello, les cuesta un poco más desenvolverse en el campo.

En su búsqueda como realizador para expresarse de una forma distinta, Daniel se apunta tres logros fundamentales en Cárcel de Colores. El primero es que la historia no se ubica en un espacio o tiempo específicos; el segundo, que el autor desarrolla una trama y personajes sin utilizar diálogos; y el tercero, la exploración de un género poco común en las producciones audiovisuales ecuatorianas: la ciencia ficción.

Daniel. Traté de hacer un corto más lento, en blanco y negro, sin diálogos. Fue un reto, pero buscaba algo diferente. Aquí se hacen pocas cosas de ciencia ficción y a mí me gusta el género. Este corto me ayudó a darme cuenta de que a veces es más importante confiar en los instintos.

Cárcel de Colores. Finalista como Mejor Corto de América Latina en el Festival Iberoamericano de Cortometrajes ABC.

En El Futuro Habrá Caos

Daniel expresa con claridad sus motivaciones y proyectos a futuro. Nos comenta que quiere dedicarse por un tiempo a realizar videos musicales para mostrar con libertad el talento ecuatoriano e inspirar a los artistas emergentes a creer en ellos mismos porque “sí se puede”. Posteriormente, planea dedicarse a escribir su primer largometraje, que llevará el título de “Caos”.

Daniel. Veamos lo que depara el futuro, quisiera dedicarme a hacer largometrajes, no sólo aquí sino ir a afuera para atraer la industria. En cuanto al cine ecuatoriano, lo que falta es esa chispa que está ahí latente, pero es necesario que la llama salga y que la gente se dé cuenta de que sí podemos hacer cosas. Estamos produciendo bastantes películas al año, bastantes cortometrajes, pero el público ecuatoriano quiere ver cosas nuevas, diferentes. El primer reto, para mí y para todos, es enamorar al espectador.

 

Daniel Reascos egresó de la carrera de Realización y Actuación del INCINE en noviembre de 2016. Hasta hace poco, fue Jefe de Edición en Vértigo Films. En febrero de 2018, partirá a Argentina para obtener la licenciatura por el Convenio INCINE-UNICEN.

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