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La fotografía: elemento clave para el avasallador éxito de Cárcel de Colores, cortometraje de titula

Cárcel de colores, cortometraje realizado durante sexto y séptimo semestre por el equipo dirigido por Daniel Reascos, tiene cualidades que lo han hecho acreedor a múltiples premios en Ecuador y en el extranjero. Esta vez fue en Uruguay, en el marco del Festival Internacional Estudiantil, FENACIES, que les otorgó el premio a Mejor Ficción Internacional.

La fábrica en la que transcurre Cárcel de Colores.

Una de ellas es la fotografía, dirigida por Julio Esquivel, que ha recibido varios reconocimientos en festivales, entre ellos el de ABC de España para mejor Dirección de Fotografía en cortometraje iberoamericano. “Me llené de emociones con ese premio, al saber que el trabajo de todo el equipo había llegado tan lejos”, dice Julio.

Julio Esquivel, operando la cámara en un rodaje.

Sobre su experiencia con Cárcel de Colores, Julio cuenta lo siguiente: “La primera línea del guion de Daniel Reascos decía: el mundo es en blanco y negro. Entonces, el primer desafío desde la fotografía fue crear ese mundo en blanco y negro para que luciera cotidiano pero que expresara la sensación de encierro. Decidimos usar una relación en pantalla de 4:3, diferente del cine normal que la imagen es más alargada. Con ello tratamos de crear una atmósfera de un mundo encerrado. La luz en este mundo debía reforzar la idea de una cárcel, con líneas muy marcadas, duras, que dieran la ilusión de barrotes.”

Julio Esquivel y Fernando Gallegos, revisando el encuadre y el enfoque durante un rodaje.

Si bien su función fue de director de fotografía, Julio señala que también se desempeñó como camarógrafo: “Yo prefiero operar siempre la cámara, así me siento más conectado con la fotografía. Me gusta estar trabajando con la cámara no solo decir “quiero que se haga esto”, sino lograrlo; aunque a veces suelto la cámara y se la confío a mi asistente, para supervisar temas de luz o encuadre. Siempre procuro adentrarme mucho en el set.”

A Julio este oficio del cine le ha llenado de satisfacciones, no solo por los premios recibidos, sino por la posibilidad de mirar el mundo a través del lente de una cámara. Así describe él este oficio: “Ser director de fotografía es lo mejor; pensar y hacer la fotografía de una película es como subir montañas: cuando llegas a la cima y ves todo desde arriba te provoca la sensación de estar en la cumbre del mundo.”

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