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Cortometraje “La Mancha”, de Antonella Proaño, en La Orquídea de Cuenca

El cortometraje “La Mancha”, realizado durante sexto y séptimo semestre de estudios en INCINE por Antonella Proaño, estará en la séptima edición del Festival Internacional de Cine La Orquídea de Cuenca, como parte de la selección oficial. “Estoy muy contenta, hasta ahora no me lo puedo creer”, dice Antonella quien se encontraba en La Habana cuando Bryan Torres, productor del corto, le contó por mensaje de texto que su trabajo era uno de los 11 cortometrajes seleccionados de entre 98 presentados. Y agrega: “para mi es un orgullo representar a INCINE, donde me formé y encontré a mi guionista y directora interna.”

Antonella Proaño.

En la sección de cortometrajes ecuatorianos, “La Mancha” compite por los premios al Mejor Cortometraje y a la Mejor Interpretación en cortometraje. Por eso, dice Antonella “quiero agradecer a mis profesores Camille Rousseau, Enrique Veintimilla y Maryoly Ibarra, a mis compañeros, “mi crew” y a las actrices Johanna Quiroz y Paula Luzuriaga que tuvieron la tremenda responsabilidad de dar vida a Rosario y Luz María; sin ellos “La Mancha no existiría”.

Johana Quiroz, actriz protagónica del cortometraje La Mancha.

La idea central del guion surgió de una fotografía familiar que perteneció a la abuela de Antonella. “En esa fotografía se podía observar a mi abuela de aproximadamente 14 años, bien vestida, con trenzas y un lindo collar, rodeada de quienes habían sido su familia de acogida: su madre, sus tías y tíos; también se podía observar a las criadas de la casa, entre ellas a una pequeña niña criada que no tendría más de 8 años. Me sentí identificada con esa niña y con mi abuela porque una simple decisión de los adultos acerca de “quién va a ser la hija y quién va a ser la criada” afectó todas sus vidas, incluyendo la de las generaciones que estaban por venir”, señala la directora.

Antonella Proaño, durante el rodaje de “La Mancha”.

Dirigir “La Mancha” como trabajo de titulación fue una experiencia de aprendizaje: Antonella quería saber más sobre cómo ser directora, guionista, actriz, productora, arte, editora, sentirse una más del equipo y disfrutar de ser estudiante; “no quería ser nombrada la directora sino seguir aprendiendo de mi crew. Hubo momentos de ser serios y de bromear como cuando el Director de Sonido, Braulio González, me veía nerviosa por trabajar con actores profesionales, me ponía la canción “no tiene talento, pero es buena moza” y me hacía sonreír. O cuando mi Asistente de Dirección, Josué Robalino, si algo no funcionaba en el set, solo me abrazaba y me decía: anda tomate tú tiempo, respira y ven cuando estés lista.”

Elenco y parte del equipo técnico de La Mancha, al concluir el rodaje que se llevó a

cabo en una casa del Centro Histórico de Quito.

“Descubrí que observar todo el tiempo te permite reaccionar a cualquier imprevisto porque trabajas con seres humanos y estar metidos horas y horas rodando hace que nos volvamos más susceptibles. Aprendí a relajarme y disfrutar de lo que hago; soy de esas personas que al querer que las cosas salgan perfectas, se bloquean si algo sale mal y así no vives el proceso. Ahora recuerdo siempre que no hay película perfecta.”

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